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Socorro Barrantes Zurita, Perú

 

Socorro Isabel Barrantes Zurita

Nací en Cajamarca el 5 de octubre de 1950 en el barrio de San José

Estudié primaria y secundaria en el Colegio de Nuestra Señora de Fátima y en la Normal Santa Teresita para optar el grado de profesora

Augusto Barrantes Malca e Inocenta Zurita Cabrera, mis amados padres, maestros fundamentales de mi vida, ellos, junto a las tres razones preciosas de mi vida; Augusto Javier, Oscar Leonardo y Eduardo Emmanuel, me enseñaron a querer a esta tierra mía y trabajar por ella con mis sueños y locuras.

Trabajar por los derechos de la mujer y la familia; por los derechos de los niños trabajadores, por los derechos sociales y culturales, anima mis días y noches.

Vivo en Cajamarca en una casita andina, con una vieja huerta llena de plantas y contradicciones.
Mi casa tienen árboles que alimentan al barrio de aire fresco.

Alrededor de cinco publicaciones, 4 de ellas antologías de personas y escritores cajamarquinos y uno de mi propia autoría, dedicada a las mujeres del mundo
"Mujeres de agua, fuego, tierra y viento"

Participa con sus obras en los libros que nacen en Isla Negra de Poetas del Mundo junto a los alumnos de Cajamarca

Participa activamente en las presentaciones de los "Mil poemas a César Vallejo" "Homenaje a Túpac Amaru"

Recibe su Diploma en honor a sus gestas de fraternidad para la obra de los "Mil poemas a César Vallejo" del Instituto de estudios vallejianos de Trujillo, Perú.

Recibe el título "GRANDE DEL MUNDO" por su compromiso responsable en las gestas solidarias ante los alumnos para que sean parte de obras mundiales.

 

GARÚA A César Vallejo Mendoza

Baja en plena garúa

midiendo palmo a palmo las dudas

baja corriendo a la Libertad

y vuelve das, das a Santiago

besar los labios de la amada;

transcurso en el cual

es tomado preso de las manos

su alma libre, queda junto a ella.

 

La garúa en la cuesta pesa

con qué triste melodía

trinan los pájaros del páramo

los caballos erizan las crines

el soldado apunta sin apuntar

la muerte

solaza su corazón prisionero

de amarguras y grilletes.

 

César delimita versos

escribiendo poemas

en el manto húmedo de la neblina

en el pecho herido de la piedra

en el cielo oscuro del amanecer

en el ribete de su poncho

en las orillas del soldado

en el canto de las ranitas…

La garúa es su propio llanto

en el adiós temeroso de la madre,

quizás no ha de volver a verla,

se ausentará el puente

en el camino de retorno

dará la vuelta, buscándola

hasta hallarla acurrucadita

en las venas de su entraña.