HOME

   
         
 

 

Benjamín Araujo Mondragón

Poesía

Mil Poemas a Miguel Hernández

A MIGUEL HERNÁNDEZ

VIENTOS DEL PUEBLO

Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Miguel Hernández.
Tus recuerdos ya me llevan,
corriendo por la pradera
para gritar los dolores de gente
como tu gente; de gente como nosotros…

Tus dolores no son nuevos son dolores muy añejos,
que de tanto apacentarse ya se nos volvieron viejos,
y de tanto presumirse, ya se volvieron bronca,
pues son males de la gente, que son sociales y ronca…

Tus pasos me hacen cantar cuando recito tus coplas,
y me llevan a bailar, con arpegios populares,
para saber de tus cuitas, hay que mamar de tus coplas,
y esconderse tras la puerta, detrás de los lupanares…

Miguel, te estimo, te quiero, te alabo en tu poesía,
pues tengo un dolor adentro que sólo con letra sale
aunque eso no sea remedio para el mal que nos asedia
y ojalá mi canto quede, como homenaje y ¡te vale!

Ay, el rincón de tu vientre;
el callejón de tu carne:
el callejón sin salida
donde agonicé una tarde.
Miguel Hernández

Tus pasos, son paso firme,
donde el ritmo se agradece,
y es que te leo antes de irme
a mecer, en tus versos, y me mece…

Quiero tener puño firme,
no blandengue y que no crece,
para escribirle a mi amada
todo lo que se merece.

Verso, habla, recita y lee
pero díselo muy fuerte
para que lo sepa Hernández
y se lo cuente a Miguel.

Sigo tus pasos, poeta,
por las calles de los libros,
sigo tu vuelo, saeta,
para aprender tus requiebros.

Sigo, miro, y no comprendo,
porque resulta te leo, y leo,
pero no te aprendo
por más que veo, leo y veo.